Croquetas de pollo

Como suele ser habitual, con el pollo que nos sobra del cocido o bien de un pollo asado, lo normal es hacer unas estupendas croquetas caseras...

Lo único que necesitas es todo el pollo que te haya sobrado picado finamente con unas tijeras. Después lo salteas un minuto en una sartén con una cucharada de mantequilla y a continuación espolvoreas harina por encima, la suficiente como para que queden todos los trozos bien cubiertos y sobre un poco. Entonces, le vamos echando un chorro de leche, y removemos, si queda muy seco, echamos otro poco de leche y si queda demasiado líquido, pues echamos un pelín más de harina (pero tamizada primero con un colador, para que no se formen grumos) y le echamos sal al gusto. Al final tiene que quedar una masa cremosa pero consistente, como la de la foto:

Yo suelo dejar que enfríe a temperatura ambiente, entonces, lo envuelvo en papel film y luego lo meto a la nevera hasta el día siguiente.

Al día siguiente, una vez que ha cuajado, preparamos todo lo necesario: huevo batido, un plato con pan rallado y otro plato limpio donde dejaremos las croquetas. Vamos cogiendo pedazos de masa con una cuchara y le damos un poco de forma, lo bañamos en el huevo y luego en el pan rallado y le damos la forma definitiva.

Continuar con toda la masa hasta acabar con ella. Ya sólo queda freir las croquetas en abundante aceite caliente y listo. Pueden ser servidas como aperitivo o como plato único con patatas fritas, un filete o ensalada...

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